Para ello necesitamos dos ingredientes caseros:
-maicena
-miel
Se trata de un preparado muy suave y resulta ideal para cuidar de las pieles sensibles, tanto por las propiedades calmantes y emolientes de la miel como las de la fécula de maíz, ayudaremos a nuestra piel a evitar las rojeces y los picores.
Preparación:
En una taza, introducimos una cucharada de maicena y dos cucharadas de miel, removemos y lo aplicamos sobre el rostro en forma de masacarilla unos 20 minutos, antes de retirarlo con agua, realizaremos un suave masaje que servirá de exfoliación gracias a la maicena y activaremos la circulación sanguínea.
Con estos dos ingredientes básicos, lograremos un rostro luminoso, terso, y con la ayuda de la suave exfoliación, una piel libre de imperfecciones.
Nota:
Para piel seca o muy seca podemos añadir a la mezcla, una cucharada de aceite de oliva y para piel grasa, el zumo de medio limón, del mismo modo, esto último, aclara la piel y difumina las manchas.
Un sencillo truco para conseguir una piel resplandeciente en la playa, la piscina...;)
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