Es cierto, hemos dejado que los peques laven los cacharros o loza como sí fueran "mayores".
No deja de ser otra actividad sensorial más para los niñ@s de la casa pero también les permite llevar a cabo una tarea de adultos, lo cual los llena de orgullo y sentido de la responsabilidad.
No prometemos que la cocina no vaya a parecer una piscina pero merece la pena dejarlos comportarse como pequeños "papás y mamás" para así poder aprender desde muy chiquitines la importancia de colaborar en las tareas del hogar.
Una silla arrimada al fregadero ( en nuestro caso dos), un delantal, agua tibia, jabón, estropajos, cepillos y loza fácil de fregar para ellos como vasos, platos pequeños, tazas, cubiertos de plástico o resina...
Animaos a probar!!!!
Les va a encantar...
Las Caritas de satisfacción no tienen precio...
Agradecerán esa muestra de confianza...
qué genial! la mîa aûn es chiquitilla pero saca los platos del lavavajillas :)
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